No soy una idea fugaz y vacía
que revolotea como el sonido de los suspiros,
escondí mi endeble corazón
para no soportar los sentimientos.
Las miradas humeantes sufren
cerca de una caricia nocturna,
el aire es una cárcel endiosada
junto a los extasiados sentimientos.
Soy una estancia helada
que vive como el aire de las quimeras,
como el grito ebrio y utópico
oculto en tu tranquila desnudez.
Sueños hundidos en un precario manantial
expiran sosegadamente,
gimen cerca de la aurora,
arrullan perfumes trazados sin sentido.