Brazos blancos de semblante sonrosado,
envuelven su niebla en grandeza y luz,
florece sobre los labios como la lluvia.
Gris como las noches de luna,
brilló y paseó sobre el lago,
convirtió su esencia en mi destino.
Volvió con su rostro silencioso
a mi estancia lógica y nostálgica,
mantuvo su triste prisa
en la finura libidinosa del sendero.
Has tenido una visión repentina,
ver el pálido aliento y el amor de mil plagas,
soñar con laberintos de almas oscuras.
Un rayo largo, delgado como la nieve
talló fisuras de oro mágico inquietante,
como perlas brillan ahora en un marco.