Reflexiono y me doy cuenta que soy el centro de todo aquello que amo y deseo a pesar de la espiral que rodea los senderos ocultos de mi mente.
No hay fin si las ideas latentes envuelven mis desnudas emociones que aún bajo la curva del destino palpitan fuertemente.
Su vida es mi existencia, mi visión poética y sin duda alguna la locura más bella, perfecta e intangible que fusiona su alma con la dimensión vórtice tan infinita como su inocente mirada.