Era un día normal, estaba en casa aburrida y decidí limpiar mi habitación. Mientras lo hacía encontré un espejo antiguo en el fondo de mi armario que había olvidado completamente.
Lo saqué y lo limpié con cuidado, al instante supe que había sido un error.
Al mirarme en el espejo vi algo extraño en mi reflejo, parecía una especie de niebla oscura rodeando mi cuerpo. Me pregunté si mi vista estaba fallando pero la niebla no desapareció.
Entonces comencé a sentir una sensación de inquietud y miedo creciendo dentro de mí; decidí sacar el espejo de mi habitación pero cuando intenté moverlo me di cuenta que estaba pegado a la pared. Era como si estuviera atrapado allí para siempre.
Cada vez que me veía en el espejo mi reflejo parecía cambiar, una vez parecía una versión más joven de mí misma otra vez parecía una mujer más vieja y enferma.
Empecé a tener pesadillas horribles cada noche y me di cuenta de que todas tenían algo en común. Siempre aparecía el espejo.
En mis sueños me veo reflejada en él y me transformó en algo aterrador. No podía soportarlo más y tuve que hacer algo al respecto.
Investigué sobre el espejo y descubrí que había sido maldecido por una bruja en el pasado. Se decía que cualquiera que se mirara en él vería su peor miedo reflejado y eso es exactamente lo que estaba sucediendo conmigo.
No podía creer que había traído algo tan maléfico a mi hogar. Con la ayuda de un amigo logramos romper el espejo y deshacernos de él.
Después de romperlo y haberlo tirado pensé que habíamos acabado con el maleficio pero me equivoqué.
Una noche mientras estaba sola en casa escuché un ruido extraño proveniente de mi habitación, cuando fui a investigar me encontré cara a cara con mi reflejo. Era un espíritu malévolo que había sido liberado del espejo.
Me atacó con una fuerza sobrehumana; corrí hacia la puerta principal pero cuando la abrí me encontré con más versiones de ese ente maldito, estaban por todas partes en todos los espejos de mi casa.
No podía escapar de él, mi reflejo en cada espejo, cada ventana, cada superficie reflectante.
Me rodearon y supe que esta vez no habría escapatoria, el maleficio del espejo había encontrado una manera de sobrevivir y se había adueñado de mi vida.
Ahora vivo dentro de él.
