Sonrío irónicamente mientras
se refleja el iris de mis ojos
en el oleaje de cristales húmedos
donde florecen los recuerdos,
donde ocultos emergen
los sentimientos.
Anhelo masticar mi pelo blanco
cuando haya crecido,
vivir conmigo mismo en el lado oscuro
de todas esas almas mortales
y escribir más profundamente
con la tinta roja que podré mirar
desde ahí dentro.
Con angustia gritaría
hasta perder la voz
corten sus venas,
mojen sus vestidos
con ese líquido espeso,
sangriento y apetecible,
o de lo contrario yo
desgraciadamente viviría!
La sangre es escasa y mi sed
acaba de empezar;
necesito un brazo más
para recoger mis ojos del suelo,
quiero no tener el corazón
y llenar este vacío
con punzantes trozos de hielo.
Se desvanecen entre mis dedos
millones de palabras
que después podrán leer
sobre sus tumbas con más paciencia
y entendimiento del que tienen ahora.
La sangre es escasa
y se me acaban las ideas malditas
que forman mi existir;
deseo seguir vagando en tu interior,
y poder revivirme sin ruegos.
Tus labios húmedos poco a poco
se acercan a los míos;
y ya sin aliento
te invito a beber el último sorbo
de mi vida,
ayúdame…..
