Llega la noche y nuevamente te espero,
me imagino como eres
cada vez que me envuelve
el transparente miedo.
Anhelo perderme
en la oscuridad eterna,
para vagar por tus desiertos
de arena, mar y olvido.
Sentir cada caricia tuya
cada mirada mía,
como se refugian
en esta tumba fría,
donde se extinguen los latidos,
mientras las lágrimas caen al vacío.
Ahora que te vas,
sé con certeza que en ti
tu sombría silueta
es la única que está llena de vida…
